Escribe Verónica Rodríguez
Sebastián García Ferro, en adelante SGF, nacido en Argentina – coreógrafo, bailarín, performer, creador y compositor, lleva viviendo más de 18 años en la ciudad de Barcelona. Desde el 2011 es artista asociado al centro de creación La Caldera / Les Corts. Ha recorrido decenas de festivales, encuentros, residencias, instituciones, etc. compartiendo e intercambiando sus creaciones y proyectos.
En esta charla con Inquieta, nos cuenta acerca de su proceso de inserción en Europa, el desarrollo de BIDE (Barcelona Internacional Dance Exchange) y comparte nuestras preguntas acerca del presente pos pandémico en la escena actual.
No nos separa una calle como la cumbia de Néstor en Bloque, pero si un océano y miles de km. Nos conectamos por video llamada una muy mañana mía y una muy tarde siesta para él, allá calor, aquí frío.
Sebastián es de cabeza y lengua veloz, y así es su paso, no pasa inadvertido, va sembrando encuentros, va dejando gotas que se expanden y se multiplican.
Así con esta mirada curiosa nos cuenta que cuando decidió cambiar de país definitivamente, anteriormente viajaba por proyectos a Europa, eligió residir en Bruselas. Sin embargo y teniendo en cuenta que lo que estaba en juego era más que un desafío profesional, para su proyecto de vida decidió mudarse a la ciudad de Barcelona en la que encontraría un hermoso clima, amigos y energía acordes a su búsqueda.
Acerca de la pregunta sobre el origen de BIDE http://bidebarcelona.com/en/bide/what-is-bide, sitúa dos eventos que lo influenciaron fuertemente porque precisamente eran épocas de fragmentación para les creadores. “Cada une estaba en un centro en cada uno de los 14 teatros y no había trabajo en red”. El primero el ECITE es un evento de intercambio de Contact Improvisation (CI) que duraba 10 días intensivos en el año 2006, que junto a otres practicantes de CI replicarían unos años más tarde en Ibiza.
Y el segundo “que me partió la cabeza”, fue una residencia “Colina Project en Espacio do Tempo en Montemor o novo, Portugal, ganada a partir de su participación en el certamen coreográfico de Madrid del cual también había obtenido el premio mayor. Se trataba de un programa que duraba dos semanas en un castillo, antigua casa de monjas, cerca de 30 creadores de danza, música, actores, cantantes, etc. “En los que podías proponer proyectos o sumarte como intérprete. Esa inmediatez hacía que tuvieras que estar muy disponible”.
Es así que de esas dos experiencias y del encuentro con Daniel Werner y Ulla Makinenn se aventuran a replicar en Barcelona algo de ese formato en el año 2009. A partir de este lanzamiento año a año crecería el tejido y el interés e incorporarían más grupos de personas, distintos equipos de trabajo.
BIDE es una organización que se dedica a proveer programas q faciliten intercambios y movilidad entre coreógrafes, bailarines, gestores y artistas a través de una herramienta que hemos denominado B-LAB. Los B-LABs son laboratorios para compartir prácticas de manera horizontal y transversal.
Otra de las líneas es un programa anual municipal en Barcelona llamado B meeting – con gente de muchos países. Son 5 días intensivos con B-LABs de 6 hs cada uno “con la idea de sinergiar algunas de las entidades con las que colaboramos y a los participantes con otras herramientas”. En este lapso de tiempo se aseguran un proceso inmersivo, específico, volcado solo a eso, realidad no tan explorada por nuestras tierras argentinas. “En Europa tenemos esa posibilidad, ese modo de trabajo te permite una concentración hacia el objeto de estudio, no más efectiva pero si más concreta”.
El proyecto es amplísimo y busca dar espacio a diferentes formatos e intereses como conferencias perfomáticas B-Talk, B-satellites para otras ciudades y otro programa como introducción a su propia metodología B- Landing , laboratorios de pensamiento y otros de transmisión de prácticas.
Otra de las particularidades que surgen en esta charla es la cuestión generacional, y aquí nos interesa destacar algunos datos que SGF comparte. “Tenemos gente que participa de 19 a 23 años y hasta gente de 60 y pico, tenemos investigada a casi toda la gente que consume danza en términos de workshops, masterclasses. Rondan entre los 27 y 33/34 años y todo lo que está antes o después queda afuera, entonces esa es un aspecto que nos destaca de otros encuentros. Han pasado 1200 personas por acá y entre y 50/ 60 proyectos.”
“Bide me enseño un montón de cosas, especialmente a trabajar los procesos creativos. Yo antes era una persona que entraba a una sala de ensayo y ya tenía un 70% de la obra escrita, lo cual te da una precisión para trabajar con compañías o formaciones oficiales en las que ya tenés que ir con la cosa más o menos hecha”. Este aprendizaje y experiencia ha modificado su relación con el tiempo y las dinámicas de trabajo “no ensayo más a la mañana, me parece una pérdida de tiempo absoluto, el cuerpo a la mañana esta para otra cosa….” Y evoca la experiencia de feedback de Bide “En BIDE se hacen varios B-LABs por día y mostramos un resultado pero no sabemos cómo llegamos a ese resultado, Ulla decía que vos te vas a dormir y q el cuerpo y la cabeza acomodan cosas sin que intervenga tanto la razón.”
Le pregunto por los bailarines y bailarinas “que peinan canas” en sus obras, y es la puerta de entrada para compartir uno de sus procesos creativos más difundidos.
Acostumbrado a realizar piezas de danza contemporánea de gran participación o de danza comunitaria, +45 nace en 2016, es estrenada en el Mercat de las Flors en Barcelona a partir de laboratorios de dos semanas y tres meses de montaje.
“La idea fue reflexionar sobre un cuerpo q está madurando, y tomé la idea de la palabra crepúsculo, que en alemán significa salida y puesta del sol, como sería un héroe crepuscular que está afrontando la madurez y dónde están esos cuerpos hoy, como dice el dramaturgo Víctor Molina que pasan los 40 y la vida te la pone de huevo, es decir que no hay modo de escaparse”.
“Me gusta crear dispositivos escénicos que más allá de la obra que vamos a presentar, impliquen desde la gestión y la creación. Entonces hicimos sinergiar 5 ciudades de Cataluña y proponerles, a partir de distintas fases talleres para personas entre 45 y 70 años para 300 personas. Y mientras tanto fuimos trabajando con los 6 bailarines, coreógrafos, muy reconocidos acá con investigaciones a partir de laboratorios y por otro lado el material de coros con 60 personas.”
“ +45 se convirtió en una especie de marca con el “+ “, porque después de eso vinieron varios proyectos con gente que replicó este tipo de formatos con mucha gente en escena, y a fin de cuentas a mi como creador me interesa crear formatos, que sea inspirador, no soy de quedarme con las ideas”
“Cada persona que venía a ser parte del coro, traía gente al teatro. En 2016 y 2017 fuimos la compañía que más público nuevo creó en España. Si 60 personas se acercan a participar y cada una trae 5 o 6 públicos nuevos: ¡multiplícalas!”
Se puede hablar por horas con SGF y además reírse bastante, pero como no tenemos de por medio una mesa de bar y algún bebible vamos llegando al final de esta charla para reflexionar acerca de nuestro presente, la escena, las preguntas y las prácticas en danza en este mundo pos pandémico.
“Si bien hay cosas que nos atraviesan a todos, porque somos una sociedad occidental capitalista, cada realidad tiene su tono de acuerdo a la ciudad en la estás, no te podés abstraer. La precariedad está pasando en todos los lugares, no solo en Argentina. Cada vez hay menos dinero para producir y lugares para mostrar las obras y los espacios están muy copados por los nombres de siempre.”
“En las temáticas hay un poco menos de prurito en mezclar lo contemporáneo con lo popular. Porque insisto, el público hay que ir a buscarlo. Yo no tengo prejuicios con lo popular”.
“A nivel práctico, mi mirada es que vienen épocas complicadas, porque no hay ahora claridad en el futuro mediato, en el que puedas ver que recursos o lugares hay para mostrar el trabajo”. Sin embargo resalta la importancia de encontrarse con camadas de gente joven con miradas críticas, entonces siente que el recambio es posible. Jóvenes con otra conciencia económica, ambiental, porque están viviendo realidades más hostiles que las de nuestra generación. “al fin de cuentas el acto escénico en perspectiva es un ámbito para plantear una hipótesis a una tesis que tengo. En Upper vol.1, mi nueva pieza; me plantee: para qué estamos de pie?, para qué nos ponemos de pie?, de qué sirve? El ejercicio de cuestionarse desde un lugar productivo en el sentido que no tiene q dar un resultado positivo, sino que tiene q mover las cosas.”
“Es un momento de mucho cambio, y todo esta patas para arriba, no sabemos cómo puede ser. Hay una morfología que todavía no es triangular ni angular. Dentro de tanto movimiento, detenerse a pensar como crear o para que crear será la tarea”.
VR y SGF se despiden hasta nuevo aviso.
Entrevista Verónica Rodríguez (VR)
Rosario junio 2022
